El coche de Fran lo dejamos en Les Forges de Abel, un una curva junto a uno de los edificios de la central eléctrica. La carretera no está cubierta de nieve, pero sí de hielo, hace imposible circular por ella. Así que con esquíes al hombro empezamos a caminar por la pista, se nota el peso extra de crampones y piolet, se nota que es primer día de monte con esquíes, se nota que es martes, no hay nadie. Enseguida calzamos las tablas, mejor, menos peso, y por la sombra vamos cogiendo altura hasta salir al sol dejando atrás el bois de Espelungère, rodeamos las puntas de Gabedallo y Acué. La huella es casi trinchera, de esquíes y raquetas. A la vista de las cabañas de Caillabere hacemos un primera parada de descanso y de turrón! Está todo blanco, qué maravilla, dos sarrios suben sin miedo al patinazo por las sombrías caras norte de Gabedallo. La siguiente parada en el Collado de Acué a 2.019 m. Las vistas de aquí son totalmente blancas, sobretodo Castillo de Acher y el valle de Guarrinza. Vemos bajar a un chico con raquetas, dice que un escalón de hielo le ha impedido hacer cima. Ummh! Nosotros, cansados seguimos todavía con las tablas y llegamos por fin a la antecima. Vemos el panorama del descenso, huellas de buenos bajadores, la pendiente es tiesa.. El escalón no es tal, subimos y fotos, no sopla aire, se está bien. Queso con membrillo cortesía de Fran y para abajo, resulta fácil seguir la huella y dar así con los pasos, pero sin huella y sin conocer, no se no se. Hacemos lo que podemos, y sin grandes sustos estamos yá en la cabaña de Espelungère, el sol se pierde yá por el Oeste, la pista nos deja en el coche a las cinco de la tarde. Ojo con el paso de Escalé, y en el bosque del mismo nombre.
p.d. llevé el track de Donato -creo- del grupo de lameteo. Me vino bien como referencia de bajada.
Algunas fotos.
Nuestro rastro pinchando aquí.
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